Número: 301
Ciudad de México ,a 07 de Octubre de 2016
·
La
democracia representativa debe transformarse a las nuevas realidades de la
ciudadanía y a los intereses de los jóvenes: expresidentes
·
Para
que la democracia sobreviva, las nuevas generaciones deben comprometerse y
asumir como suyos los valores y objetivos democráticos
En el tercer y último
conversatorio del VII Foro de la Democracia Latinoamericana, organizado por el
Instituto Nacional Electoral (INE), los expresidentes de Bolivia (2003-2005)
Carlos Mesa y de Guatemala (1986-1991) Vinicio Cerezo, reflexionaron sobre la
construcción de ciudadanía como un mecanismo para el fortalecimiento de la
democracia.
Ambos ponentes coincidieron en
que la ciudadanía se encuentra en un proceso de transformación al cual la
democracia debe adecuarse o quedará obsoleta, y que esta transición a una nueva
forma de democracia deberá ser encabezada por las nuevas generaciones.
Carlos Mesa refirió que la
ciudadanía vive un proceso de transformación radical relacionado con el mundo
en el que vivimos y con los instrumentos que nos ofrece una nueva realidad.
“El elemento tecnológico, el
Internet y las redes sociales han generado un espacio de ciudadanía que
modifica radicalmente cómo entendíamos la idea de participación y los
parámetros clásicos de nuestras constituciones, que siguen siendo válidos,
desde luego, pero ya no suficientes de derechos y deberes”, dijo.
El expresidente de Bolivia
señaló que la transformación de la democracia necesariamente debe pasar por una
recomposición de los partidos políticos.
“Los partidos tienen que
transformarse radicalmente para responder a una ciudadanía activa,
participativa y en red que tienen mecanismos y posibilidades. Una ciudadanía
que además de ser multicultural y plurinacional está preocupada por el tema
ambiental. Y es una ciudadanía con igualdad y equidad de género, algo que no se
va a construir progresivamente, sino que hay que impulsar”, afirmó.
Por su parte, el expresidente
de Guatemala Vinicio Cerezo afirmó que los jóvenes son el futuro de la
democracia. “La generación que nosotros estamos representando, de alguna manera
cumplió su tarea, hizo lo que tenía que hacer, cuando lo tenía que hacer, pero
en este momento lo que se está definiendo es si lo que nosotros logramos va a
ser continuado, sostenido, cambiado o perfeccionado en el futuro de América
Latina”.
Refirió que hay una brecha generacional. “Existe una falta
de comunicación y de contacto directo entre las nuevas generaciones y las
generaciones que nosotros representamos, debemos trabajar para ayudar a los
jóvenes en la construcción y fortalecimiento de la democracia”.
Vinicio
Cerezo aseguró que el cambio generacional y el cambio histórico que estamos
viviendo hacen que la democracia representativa empiece a ser obsoleta y cuestionada.
“La
gente no rechaza la democracia en sí misma, sino que rechaza el comportamiento
de algunos de los políticos y de sus partidos, rechaza el hecho de que la
democracia no ha conseguido sus objetivos fundamentales: resolver los
problemas económicos-sociales, establecer mecánicas para superar la falta de
equidad, la marginación económica y social y la resolución de los problemas de
financiamiento del Estado y de lo que se debería hacer con la economía y el
modelo de desarrollo”, agregó.
Ambos
expresidentes concluyeron que para que la democracia siga siendo un mecanismo
de resolución de conflictos y sobreviva como un espacio de participación
política, las nuevas generaciones deben comprometerse y asumir como suyos los valores
políticos y objetivos de la democracia.
Asimismo, en América
Latina se tienen que buscar nuevos mecanismos de expresión de las exigencias de
las nuevas generaciones, como una vía para dar posibles soluciones a los
problemas que enfrentan.