Mesa 3 :: CONTEO RÁPIDO DEL IFE |
Moderador: Daniel Lund
Antecedentes del conteo rápido del IFE
Rubén HernándezAspectos considerados en la relación con los partidos políticos
Ignacio MéndezAlgunos resultados
Manuel Mendoza
Antecedentes del conteo rápido del IFE
Rubén Hernández
EXTRACTO
Los orígenes del conteo rápido de las elecciones se remontan hasta 1994 en las elecciones presidenciales, bajo un ambiente de desconfianza, que requirió que el proceso lo hicieran tres empresas privadas. Sin embargo, en 2003, el propio IFE, como institución confiable, hizo todo el trabajo de campo y de comunicación, con el aval del Consejo General, quien da a conocer los resultados, luego de plantearlo, discutirlo y acordarlo con los partidos.
¿Qué pasó en 2006? A las 22:50 se entregó un informe, que fue leído por el señor Consejero Presidente, y todos nos enteramos por televisión, por radio, a la misma hora. Al día siguiente, unas cuantas pocas horas después, todas las bases de datos, con todas las remesas, quedaron a disposición del público. Es un aspecto muy importante para la transparencia de la información.
Rubén Hernández
-Rubén Hernández: Hemos dividido esta plática en tres partes.
Una se va a dedicar a los antecedentes.
Otra, que el doctor Méndez les narrará de manera breve cuáles fueron los aspectos que tuvieron que ver con la relación con los partidos y, finalmente, el doctor Mendoza hablará acerca de algunos aspectos de los resultados, que pensamos que por el tiempo que ha pasado y las discusiones que hemos vivido pueden aportar mucha información para todos ustedes que son conocedores del asunto.
Bien, vamos a empezar con el conteo rápido.
¿Por qué hay conteos rápidos, para qué y, sobre todo por qué?
En el primer punto simplemente nos referimos acerca de que está previsto dentro del COFIPE de qué manera deben ser hechos estos estudios. Se requiere, por supuesto, de la aprobación del Consejo General y es una atribución que tiene el Consejero Presidente para realizar este tipo de estudios.
Sólo con el aval del Consejo General estos resultados pueden ser dados a conocer. Como mencionaremos, en este caso, no solamente fueron dados a conocer con el acuerdo del Consejo General, sino que todo el aspecto de comunicación fue planeado, discutido y acordado con los partidos.
Rápidamente. Los antecedentes de conteo rápido se remontan hasta el 94, cuando teníamos, en efecto, otra elección presidencial; en el 2000 se volvió a hacer y en el 2003 también se realizó un conteo rápido. Evidentemente en ese momento el interés estuvo puesto en la composición de la Cámara.
En la elección del 94 se realizó prácticamente en forma total por tres empresas privadas. Había un grupo que se desprendía de algún comité del padrón electoral y los resultados fueron reportados por separado, algunos de ustedes por supuesto participaron acá con nosotros y recordarán que esas eran las épocas donde la famosa feria de las desconfianzas hacía que todo eso tuviera que estar muy checado.
Los compañeros que estuvieron aquí recordarán que tenían unos cubículos de cristal para que no hubiera posibilidad de ningún tipo de trampa que se esperaba que pudiera pasar, generar nuestros resultados de manera separada. Se dio el resultado, pero esa noche no fue necesario por la diferencia que presentaban los dos principales candidatos.
En el 2000, una vez más, el Consejo General nombró un grupo de expertos para que se hiciera un diseño de muestra, para que a su vez tres compañías, otra vez privadas, realizaran el trabajo de campo y reportaran resultados.
El Comité Técnico en esa ocasión reunió la información y dio a conocer a las 23 horas al señor Consejero Presidente el resultado.
En 2003 se hizo una vez más. La gran diferencia en esta ocasión es que por primera vez el propio IFE, habiendo consolidado su papel como institución confiable, todo el trabajo de campo, todo el trabajo de comunicación, lo realizó personal estrictamente del IFE.
Ahora daré algunos elementos de carácter numérico, pero una vez más en 2003 a las 23 horas se anunció la composición de la Cámara de Diputados.
Y en cuanto a los asuntos del esquema de muestreo, brevemente, una especie de resumen muy ajustado. En 94 teníamos un total de mil 500 secciones, cada una de estas compañías estaba manejando 500.
En 2000, una vez más, se hace una gran muestra que se parte en tres, hay una estratificación por distritos y el total de secciones en aquel entonces es del orden de dos mil 550 que, como ustedes recordarán, andamos un poquito arriba del 2, algo respecto al número de casillas. Eso para darles idea de qué tamaño venían siendo las muestras de este tipo de estudios.
En el 2003 llegamos a los siete mil 236 casillas, es decir el tamaño que para algunos observadores decían que era exageradamente grande, es del tipo de los que veníamos realizando en otros ejercicios anteriores.
Rápidamente algunas cosas. ¿Qué pasó en 2006? Una vez más, se formó un comité de expertos, en ese entonces estuvimos Miguel Cervera, Guillermina Eslava, Ignacio Méndez, Manuel Mendoza y un servidor, trabajando desde el 15 de enero pasado y analizando una cantidad enorme de datos que, a estas alturas, el IFE ya cuenta con ellos.
Tenemos una base, como se mencionaba en la sesión anterior, el acervo que se tiene ya actualmente en base de datos es realmente prodigioso. Con estas bases, precisamente, se llevaron a cabo muchas simulaciones, desde diferentes tipos de escenarios, evidentemente muy cerrados, menos cerrados, para darnos idea como a qué hora, como con cuánto, como de dónde, como de qué regiones podríamos esperar que los resultados fueran madurando, por así decirlo.
Finalmente, a las 22.50 se entregó un informe, que fue leído por el señor Consejero Presidente y que todos nosotros nos enteramos por televisión, por radio, a la misma hora, y algo que es importante; aquí ya no lo anotamos, pero es que al día siguiente, unas cuantas pocas horas después, las bases de datos, con todas las remesas; todas, todas, todas quedaron a disposición del público. Creo yo que ese aspecto es muy importante, muy interesante, respecto a la transparencia de la información.
¿Cómo fue la muestra? Ahí estamos: en siete mil 636 casillas sobre muestreaba una región, por la cuestión de la diferencia de husos horarios; se muestreó más para tener información suficiente.
Se definieron 481 estratos, simplemente tomando el cartesiano, digamos, de distrito electoral por tipo de casillas. No todos los distritos tienen los dos ámbitos y, por esa razón, resulta solamente ese número. Se hizo, de manera proporcional, ojo, al número de casillas por estrato.
La estimación originalmente se planteó que fuera al menos 95 por ciento de confianza; tres métodos, como ya se había venido haciendo en los ejercicios anteriores, con objeto de explotar las virtudes de cada uno, frente a posibles fallas, digamos, en campo. Una precisión máxima esperada en este rango y, perdón, la selección de casillas, ya lo dije, 481 estratos y en aleatorio simple ahí, dentro de cada uno de ellos.
¿Cómo se capturó, cómo se transmitieron los datos? Bueno, ustedes saben que dentro de la estructura administrativa del propio Instituto hay la figura de los CAE’s, que son más de 23, casi 24 mil personas que están constantemente haciendo rondines por las casillas, y esas personas, que conocen el terreno, que saben de lo que se trata este asunto, con una gran experiencia, fueron elegidas para ser quienes iban precisamente a capturar la información.
Algo que es importante y que se destaca dentro de otro tipo de conteos rápidos que pueden realizarse es que aquí, puesto que es personal del propio Instituto, estos CAE’s copiaban, en el momento en que se acababa de hacer la primera suma, no el acta, la primera suma en la hoja del cómputo, por eso es que es posible ganar tiempo, teniendo personal de la propia institución.
Hubo un sistema que permitió capturar información. Esto es importante, y muchas de las quejas que por ahí se han escuchado, nos decían: cómo es posible que el conteo rápido registra a la hora de llegada una cierta casilla, a tal hora, cuando el PREP la dice en otra. ¿Por qué? Porque son dos vías distintas, totalmente distintas, de transmisión.
La muestra, y esto es relevantísimo imaginar siete mil 600 y tantas casillas, cuando sólo menos de 48 horas, en efecto, me decía el doctor Méndez, sólo fueron 44, se supo las primeras dónde iban a ser; es decir, movilizar un ejército de más de siete mil personas y ponerlas allí, donde deberían estar, sólo fue hecho a partir de 48 las más complicadas; algunas, solamente a partir de las 24 horas.
¿Y eso por qué? Sin duda el doctor Méndez, sin duda, les contará nuestras aventuras con las negociaciones con los partidos, que exigían que no se vulnerara la muestra -y ésta es la palabra de ellos-.
Se logró tener más del 95 por ciento de los siete mil y tantos registros que deberíamos tener.
El flujo de la información era muy simple. Desde cada casilla, se comunicaba, por personal, los CAE’s, que estamos diciendo a personas que permanentemente estaban en este asunto, para este asunto nada más, se transmitía a UNICOM y después se hacía el proceso de filtrado, se cotejaba si las casillas eran las que deberían ser, si estaban en los rangos que deberían ser de la lista nominal, etcétera.
Y finalmente había también un equipo de la propia Dirección Ejecutiva del Registro Federal que se encargaba de ir procesando información, para que en todo tiempo estuviéramos claros de qué secciones, qué regiones habían sido ya evaluadas.
Un breve comentario: habremos visto no sé cuántas veces este tipo de representaciones, pero simplemente para dar idea que por allí de las 22:30 ya teníamos, decía yo, más del 95 por ciento, cuando el PREP apenas iba levantando su fase de recuperación de información, que por supuesto no era una muestra aleatoria.
La comunicación, decíamos a las 23 se dio, hubo un formato como se había previsto. Esto fue tal vez una de las cosas más insólitas, diríamos nosotros desde este lado. Insólitas, que tanto a la gente de comunicación, en los diarios como en la tele, decían: ¿y estos por qué no dijeron nada?
Bueno, pues lo habíamos dicho, el IFE lo había publicado, aquí traigo justamente un periódico de aquél entonces, un enorme desplegado donde en particular nos avisan qué cosas podrían pasar esa noche y en el conteo rápido se anuncian exactamente cuáles son las posibles salidas, en función de todas esas discusiones, de todos esos comentarios con los partidos.
No se trataba, y eso quiero remarcarlo, de una proeza estadística, no es, no corresponde al IFE la parte de la proeza estadística, le corresponde dentro del marco legal la parte de la oportunidad, sí, pero sin tomar riesgos.
El IFE no está para arriesgar. El IFE, lo teníamos muy claro, que la intención de ser oportuno pero no arriesgando absolutamente nada, la parte de transparencia apoyado en el PREP y la parte de la certeza y evidentemente los conteos distritales.
Eso es por mi parte la cuestión que quería discutir con ustedes.
Aspectos considerados en la relación con los partidos políticos
Ignacio Méndez
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Algo común dentro del conteo rápido en el IFE es la necesidad de comentar y discutir con los partidos, para que, finalmente, vía consenso, se realicen el total de las actividades referentes al conteo rápido. Todas las reuniones con los partidos políticos sobre este conteo fueron presididas por el Consejero Rodrigo Morales y los miembros del Comité. Los representantes de las diferentes áreas del IFE atendieron todas las dudas de los participantes, donde estaban los representantes de los partidos políticos ante el IFE. Todas las decisiones, desde la primera reunión, se tomaron por consenso de los participantes.
Ignacio Méndez
-Ignacio Méndez: Les voy a comentar ahora algo que es típico del conteo rápido en el IFE, pero no lo es para otras empresas que hacen conteos rápidos: me refiero a la necesidad de comentar, discutir con los partidos y finalmente, vía consenso, llevar a cabo todas las actividades referentes al conteo rápido.
Tuvimos varias reuniones con los partidos políticos; ahí se hace un listado de las veces que nos reunimos, como pueden ver fueron 13 ocasiones y casi siempre eran sesiones de varias horas de duración. Ahí están todas las fechas, no es tan importante, pero sí que fueron muchas o por lo menos así nos pareció a nosotros.
Todas esas reuniones fueron presididas, todas ellas, por el Consejero Rodrigo Morales y los miembros del Comité. Los representantes de las diferentes áreas del IFE atendieron todas las dudas de los participantes, donde por supuesto estaban los representantes de los partidos políticos ante el IFE. Todas las decisiones, desde la primera reunión que fue el 10 de mayo, se tomaron por consenso de los participantes.
Los temas que se trataron fueron: diseño y selección de la muestra, niveles de confianza en las estimaciones, confidencialidad de la muestra durante la selección de la misma, confidencialidad de la muestra en actividades posteriores, -eso lo vamos a detallar un poquito más-, simulacros de los días 4 y 18 de junio, acuerdo del Consejo General del 22 de junio sobre la realización y difusión del conteo rápido, que incluía en particular los cuatro formatos a los que se refería Rubén Hernández hace un momento, y que son los que el Consejero Presidente informaría de los resultados al país.
Entonces, se llevaron mecanismos de confiabilidad y selección de la muestra. En esas diferentes sesiones, el Comité trató el tema de la fecha en que se pondría a disposición de la Dirección Ejecutiva de Organización Electoral, de aquí en adelante la DEOE, la muestra definitiva de casillas.
El tema fue tratado en la primera presentación del Comité Técnico para los conteos rápidos, que fue el 12 de mayo, y todos los presentes coincidieron en la importancia de guardar confidencialidad de la muestra.
En las cinco sesiones de trabajo con los representantes de los partidos, que fueron desde el 23 de mayo hasta el 2 de junio, el Comité y la Dirección de Organización Educativa presentaron las propuestas, pero en función de dos características, la confidencialidad relativa a la selección y resguardo de la muestra, y por el otro lado, la necesidad de conocer con anticipación la muestra, para poder garantizar el levantamiento por parte de la Dirección Ejecutiva.
Los representantes de los partidos políticos insistieron en la importancia de que únicamente los miembros del Comité tuvieran control sobre la muestra definitiva una vez seleccionada ésta; y quiero aclarar que una cosa es tener el control y otra cosa es conocerla. Realmente no la conocimos nadie, hasta el momento en que se entregó a la Dirección Ejecutiva, como está ahí, que fue el 29 de junio a las 12 horas, es decir, exactamente 44 horas antes de las 8 de la mañana del 2 de julio.
Entonces, por consenso, el 31 de mayo en una sesión pública realizada ante notario, con participación de todos los demás que ya había mencionado, se seleccionó la muestra definitiva, y además una muestra de 23,914 casillas que contenía la primera, para el simulacro que tuvo lugar el 4 de junio.
¿Por qué 23,914? Porque era exactamente el número de CAE's, de tal manera que a un CAE le iba a corresponder una de las casillas en el simulacro, y dentro de ellas estaban las de la muestra, pero nadie sabía cuáles eran.
El 7 de junio, los miembros del Comité extrajeron de una bóveda bancaria (quiero que noten los cuidados que había que tener para garantizar transparencia y confidencialidad en todo el trabajo) ante notario público y representantes de los partidos, el disco que contenía la muestra definitiva, y se realizó una confronta de la misma con información proporcionada por la Dirección de Operación Ejecutiva, referida a casillas con problemas de comunicación.
En una habitación con paredes transparentes, con vidrio y ante el notario, y representantes de todos los partidos. En ese momento, ninguna persona conoció en el proceso la muestra definitiva, y tanto el disco duro del proceso, como el CD que tenía la muestra, se volvían a guardar en una bóveda bancaria. Pero vean, se había trabajado en una máquina, el disco duro se extraía para garantizar que nadie pudiera conocer qué pasó ahí.
Como resultado de este ejercicio, se entregó a dicha Dirección Ejecutiva un archivo que contenía la identificación de más de 1,800 casillas de la muestra definitiva que habían presentado algún problema de comunicación durante el simulacro.
En la siguiente reunión de trabajo que se prolongó en dos días, 8 y 9, pero era la misma reunión de trabajo, los representantes de diferentes partidos políticos manifestaron su inconformidad con el hecho de que aproximadamente la cuarta parte de la muestra definitiva hubiera sido conocida por la Dirección de Organización Ejecutiva.
Entonces se decidió repetir el proceso de selección de la muestra, lo que se hizo el sábado 10 de junio. Es de notar que esa inconformidad apareció en los diarios de circulación nacional, no en todos, pero en algunos de ellos, y luego entonces en los dos procesos de selección de la muestra, del 30 de mayo y el 10 de junio, se hizo un programa desarrollado por miembros del Comité, codificado en lenguaje R; se repitió tres veces el proceso que consistía en seleccionar una muestra aleatoria de 7,636 casillas con el diseño acordado, que ya se mencionó, estratificado con selección aleatoria dentro de cada estrato, y complementar la muestra aleatoria con otra de 16,278 para integrar la muestra global de 23,914, con la que se operaron los simulacros.
Y luego fraccionar esa muestra ampliada en tres partes, y estaban codificadas también esas tres partes. Para el inicio de la simulación se utilizó una semilla de tres dígitos seleccionada a través de un sorteo, con edecanes del Instituto. En ningún momento se grabó en el disco duro de la computadora información correspondiente a la identificación de la muestra mencionada.
Posteriormente, también a través de un sorteo, se seleccionó una de las tres muestras para que fuera la que operara, y se desecharon las otras dos.
La muestra elegida se rotuló como muestra definitiva y se grabó en dos discos compactos la muestra ampliada, asociada, dividida en tres fracciones, se grabó también en dos discos compactos. Todos los archivos fueron codificados antes de grabarse, y las llaves de codificación fueron entregadas a los miembros del Comité.
Se extrajo el disco duro de la máquina a la que se hizo el proceso y se guardó también en caja fuerte y en bóveda bancaria posteriormente.
En el acto del 30 de mayo, una de las muestras ampliadas se usó en el simulacro del 4 de junio. En el segundo acto de extracción de la muestra, la definitiva, que era una de las muestras ampliadas, se usó en el simulacro del 18 de junio. En ambos simulacros se simularon datos de acuerdo con una distribución multinominal donde cambiaban los parámetros de la multinominal en cada uno de los estratos.
Ahora veamos el detalle de la selección de las muestras. Uno de los discos compactos con la muestra definitiva, junto con una copia de la muestra ampliada, se colocó en un sobre que se entregó en custodia al Secretario Ejecutivo del IFE, el licenciado Manuel López Bernal.
El otro disco compacto, conteniendo la segunda copia de la muestra definitiva se entregó al doctor Ignacio Méndez, que fue con la que se hicieron las confrontas.
El tercer sobre con la muestra ampliada, fraccionada en tres partes, fue entregada, al igual que la llave de codificación, al Director Ejecutivo de Organización Electoral.
Los discos flexibles que contuvieron temporalmente las diferentes muestras seleccionadas, incluyendo la definitiva, fueron destruidos en ceremonia pública.
El disco duro de la computadora fue removido de la misma y entregado en custodia al doctor Méndez, que lo guardó en una caja fuerte de la Dirección Ejecutiva de Organización Electoral, para después trasladarlo a una bóveda bancaria. Todo se hacía en presencia del Notario Público e invitando a representantes de los partidos políticos.
Los dos primeros sobres fueron depositados en sendas cajas fuertes ubicadas en la sede del Instituto, para ser trasladados posteriormente a las bóvedas bancarias.
La selección de las muestras que, repito, se hizo dos veces, tenía un protocolo muy detallado. Nada más les voy a esbozar algunas partes de ese protocolo, y obviamente ante Notario Público y representantes de los partidos políticos.
También se hizo una nueva confronta de casillas con problemas. Esto se hizo el 13 de junio: no, perdón, el 13 de junio se presentó un cuadro donde se exhibía el cruce de la muestra con la información proporcionada por Organización Electoral, en donde se señalaban algunas de las casillas que podrían tener problema de comunicación.
Y en esta nueva confronta aparecieron mil 184 casillas con problemas un poquito más agudos de comunicación y se discutió con los partidos políticos. Finalmente se decidió que se hiciera la confronta, que se hiciera el cruce de información y que la identificación de esas mil 134 casillas se guardara en la bóveda bancaria para posterior comunicación a la Dirección de Organización Electoral, cosa que finalmente se decidió no hacer.
Recapitulando, se había contemplado esto de la confronta para las casillas que tenían problemas de comunicación. Se hicieron tres; inicialmente se hizo una muestra, un pedazo de la muestra de mil 800 con problemas de comunicación aguda; después otro con problemas todavía más agudos de mil 184, y finalmente otro pedacito más con alrededor de 500 casillas con problemas de comunicación aguda, siempre bajo la luz de que era importante que eso lo tuviera la Dirección Ejecutiva de Organización, para garantizar que llegaran todos los CAE’s y que supieran qué casillas estaban en la muestra y mandar la información.
Finalmente no se usó nada de eso, se decidió que toda la muestra se conociera, como ya decía, 44 horas antes del proceso, que eso fue lo que está allí. Se entregó el 30 de junio, a las 12:00 horas.
Y además también en ese momento se generaron números aleatorios que iban a servir como números de identificación para el envío de la información de todas las casillas de la muestra.
Este trabajo de la Dirección Ejecutiva de Organización fue muy bueno, por el hecho de que teníamos un elevado porcentaje de la muestra, 95.12 por ciento a las 22:15 del día del proceso electoral.
Con este termino. Hay otras cosas que no vamos a ver allí.
Algunas resultados
Manuel Mendoza
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El proceso de diseño de conteo rápido del IFE para la jornada electoral 2006 estuvo a cargo del Comité Técnico. Pese a que el desarrollo fue difícil y tortuoso, nos obligó a repensar muchos de los procedimientos y a blindar, seguramente en exceso, muchísimos de los aspectos que daban lugar a la información que finalmente habría de arrojar el conteo rápido.
La información para este conteo rápido, fruto del esfuerzo de campo, fue procesada con tres diferentes alternativas metodológicas. Sólo se podía reportar un resultado anunciando un ganador si tal cosa ocurría claramente con el análisis derivado exactamente de los tres −y no menos−, de los métodos en cuestión.
Manuel Mendoza
-Manuel Mendoza: Muchas gracias en nombre propio y como parte de este Comité Técnico que se ocupó del diseño del conteo rápido del IFE para la jornada electoral 2006. Quiero agradecer la invitación para participar en esta reunión.
Y después de estas dos presentaciones que nos dan un poco el contexto en el que se desarrolló este ejercicio estadístico, y espero que además después de una revisión muy apretada en apenas unos pocos minutos por parte del doctor Méndez, de este proceso que, si hemos de ser sinceros, fue difícil y tortuoso, pero finalmente también nos obligó a repensar muchos de los procedimientos y a blindar, seguramente en exceso, muchísimos de los aspectos que daban lugar a la información que finalmente habría de arrojar el conteo rápido.
En esta tercera parte hablaremos un poco del análisis que se hizo, de la información que fue arribando a las instalaciones del IFE en la Ciudad de México.
Y solamente quiero mencionarles lo siguiente: vamos a repasar muy rápidamente cuáles eran las condiciones de la información y hablaremos entonces de los resultados.
Una revisión muy rápida del conteo rápido 2006, y luego de lo que hemos denominado el Modelo Vayesiano para este conteo.
Como ya se les ha indicado y lo mencionaré nuevamente en un par de minutos, la información que fue fruto del esfuerzo de campo para este conteo rápido fue procesada con tres diferentes alternativas metodológicas.
Dos de ellas tienen características que seguramente son más parecidas a lo que muchas de las empresas que se ocupan de ese tipo de tarea han podido hacer en el pasado.
Por eso decidimos en esta ocasión y puesto que esta sesión, -cuando menos las dos ponencias de la mañana se ocupaban de aspectos metodológicos-, tratar este tema del enfoque bayesiano que es probablemente un poco menos conocido.
Finalmente me referiré a algunas reflexiones de carácter técnico sobre la naturaleza de los procesos y sobre algunas observaciones que quizá valdría la pena tener en cuenta para futuras ediciones de ejercicios como éste.
Reitero simplemente el hecho de que para esta elección presidencial se instalaron alrededor de 130 mil 500 casillas en 300 distritos; todos saben que estas casillas se organizan en secciones rurales, urbanas o mixtas y que la votación inicia a las ocho de la mañana y cierra, en principio, a las seis de la tarde.
Existen, por otra parte, y también ya se ha comentado, usos horarios distintos a lo largo del país que en términos de un ejercicio como éste que debe de contar con la información de una manera expedita pueden inducir un retraso en la llegada y el arribo de la información correspondiente; eso lo tuvimos que tomarlo en cuenta en su momento.
También ya hemos comentado que para capturar las diferencias regionales se utilizó, como muchos de ustedes lo hacen, un diseño de muestreo estratificado en donde cada uno de los estratos, en principio, está definido por uno de los correspondientes distritos electorales.
Adicionalmente y para reflejar las preferencias que se distinguen en los medios rural y urbano para efectos de la votación, los 300 estratos originales se subdividieron en sus componentes urbano y no urbano, nuevamente y reiterando lo que ya el doctor Hernández había mencionado. Dado que no todos los distritos tienen ambos componentes, el resultado fue un diseño en 481 estratos en total.
El tamaño de la muestra inicialmente se había fijado en siete mil 500 casillas y se distribuyó en estos 481 estratos, de manera proporcional al número de casillas en cada uno de sus estratos.
Se hizo un estudio, tomando en cuenta la información disponible de elecciones previas, para determinar en qué medida esta existencia de husos horarios retrasados en las zonas más occidentales del país implicaba verdaderamente un retraso en el arribo de la información; encontrando que básicamente ésta generaba un impacto en las entidades de Sonora y Baja California. Tomando en cuenta la tasa de retraso efectiva que se observaba en esas localidades, en estas entidades se decidió compensarla con una muestra adicional de 136 casillas.
De esta manera, el total de siete mil 636 casillas constituyó la muestra para el conteo rápido 2006. Como también ya se ha comentado, en cada una de las casillas de la muestra, al término del escrutinio de la elección presidencial y antes de proceder con cualquier otra tarea, el capacitador asistente electoral, el llamado CAE, obtuvo la votación para transmitirla a una estación de captura en el distrito electoral respectivo.
Para efectos prácticos, lo que teníamos eran 300 estaciones de captura, una en cada uno de los distritos; la votación fue asentada con números y letras en un formato diseñado ex profeso para evitar errores en el registro. La transmisión se habilitó a través, preferentemente, de líneas telefónicas regulares, ya sean públicas, celulares o en un caso extremo, en comunicación rural o, eventualmente también de equipos de radio y, en algunos centenares de casos se echó mano de equipos de telefonía satelital.
El protocolo de transmisión, como ya se ha mencionado también, incluía claves de identificación asignadas de manera aleatoria a cada uno de los capacitadores asistentes electorales, a fin de que fuera imposible que alguien que no estuviera contemplado para efectuar la transmisión pudiera acceder a la red e intentar ingresar información que no correspondiera con el fenómeno que estábamos midiendo.
Además, cada dato además en cada una de la estaciones era capturado por duplicados de manera independiente y sólo era trasmitido y admitido en la red del IFE hasta que se tenía consistencia en la doble captura.
El sistema central para este ejercicio recorría las 300 estaciones de captura, una en cada distrito, y cada cinco minutos actualizaba la información recabada en la sede del comité técnico que tenía como tarea analizar la información correspondiente.
A partir de las 18:00 horas, cada cinco minutos, en una secuencia creciente y acumulativa, se iban formando las que de ahora en adelante denominaremos las remesas de los datos.
Las remesas arribaron de tal suerte que cada cinco minutos, repito, se iba actualizando el monto acumulado de información disponible y el patrón de llegadas, el que ustedes observan ahí que ya también se ha relatado previamente, para alcanzar a las 22:15 que fue el último corte que consideramos para efectos de este análisis, el 95.12 por ciento del total de la muestra prevista y con esto reportamos resultados finales del ejercicio.
Esta información, repito, se utilizó para producir las estimaciones de los porcentajes de votos a nivel nacional para todos y cada uno de los candidatos mediante tres métodos independientes:
Un método que se denominó clásico, otro robusto y, finalmente, el que ocuparemos en esta ocasión para la explicación, que es el método bayesiano.
Estos tres métodos dieron lugar a una cantidad de materiales, de los cuales los más conocidos se encuentran en el famoso informe del Comité que, ustedes saben, estuvo a disposición del público en general a través de la página, y probablemente ésta sea una de las gráficas, si no es que la gráfica más conocida de este reporte.
Una cosa importante respecto al procedimiento que integraba los tres métodos es que, entre todos estos acuerdos que comentábamos con los funcionarios del IFE y con las fuerzas políticas en la contienda, solamente se podría reportar un resultado anunciando un ganador, si tal cosa ocurría claramente con el análisis derivado exactamente de los tres -y no menos-, de los métodos en cuestión.
En cuanto a los protocolos del conteo, ya lo saben, fueron presentados y discutidos con las autoridades electorales y los representantes de partido; se definió el tamaño de la muestra, se establecieron los posibles resultados del conteo, a los que se ha referido Rubén Hernández, e incluso la redacción puntual del informe que se debería de rendir la noche de la elección.
En cuanto a la integración de datos, y ya para pasar a una parte un poquito más técnica, sin pretender aburrirlos con este asunto, los datos se recogen en cada casilla y constituyen un vector de siete entradas en donde se tienen los votos para cada uno de los partidos en la contienda; se registran también los votos a favor de los candidatos no registrados y, finalmente, los votos nulos. De la suma de estos componentes se obtiene el número total de votos emitidos en la casilla.
El modelo bayesiano para analizar esta información consiste fundamentalmente, palabras más, palabras menos, en adoptar una distribución normal multivariada para ese vector de siete dimensiones, en donde las esperanzas dependen del tamaño del listado nominal de cada casilla y de la proporción de voto a favor del partido K en el estrato correspondiente.
La otra información, que caracteriza a esta distribución, la matriz de varianza y co-varianza, es una estructura similar.
En particular, la media es de la forma, la multiplicación del listado nominal por la proporción de voto, y la varianza tiene una estructura también similar.
Una cosa es importante; estos dos parámetros que tienen ahí, tanto teta ik, como tao ik, son parámetros que no están relacionados, que nos dan mayor flexibilidad para describir el comportamiento de los datos, y esto contrasta con la aproximación que se haría, simplemente por un teorema central de límite directamente, en donde varianza y media están relacionadas. Todo esto permite tomar en cuenta la sobre dispersión de la información que potencialmente pueda presentarse.
Para este modelo, repito, la teta ik es la proporción de personas en el listado nominal del estrato I, que votaron y lo hicieron, además, a favor del partido K, y desde el punto de vista bayesiano, el mecanismo de generación de la inferencia pasa por asignar una distribución de probabilidades que describa el estado de conocimiento, previo a la obtención de la muestra, respecto a todos y cada uno de los parámetros involucrados; en este caso, las medias y las varianzas, para actualizarlas posteriormente y obtener una descripción del conocimiento sobre estas mismas cantidades, una vez que se conoce la muestra en cuestión.
A partir de estas distribuciones finales, que se refieren tanto a medias como a varianzas, se puede obtener directamente la distribución final respecto a las proporciones de voto, dentro de cada uno de los estratos.
Por adición inmediata, el tamaño de los listados de las casillas da el total del listado por estrato y, por supuesto, que la multiplicación de este total de listado nominal del estrato por el conocimiento que se tiene sobre las proporciones de votos, da una información sobre el número de votos a favor del partido K en el estrato correspondiente.
Se puede proceder igual para el número total de votos en el estrato, y luego se integra la información de todos los 481 estratos, simplemente tomando en cuenta que cada uno de ellos, primero, se ha muestreado de manera independiente y que el total de votos es simplemente la adición sobre todos los estratos, para el efecto del cálculo del parámetro que me interesa, que es finalmente la estimación del total de votos para el partido K a nivel nacional, entre la estimación del total de votos, sin distingo de partidos, ni preferencia política.
La información muestral se recibió, como ya les indicaba, en remesas con intervalos de cinco minutos, y con cada remesa se produjeron resultados; eso nos permitió ir siguiendo la evolución del proceso desde muy temprano, en la tarde, y hasta el momento en que debimos rendir el informe correspondiente.
El cálculo de las distribuciones a las que me he referido en el mecanismo bayesiano, se obtiene mediante un proceso de simulación, de tal manera que todo el mecanismo de simulación debe ser completado en el lapso de cinco minutos o menos.
Para que se den una idea más o menos de lo que esto significa, tomando en cuenta 481 estratos y la necesidad de simular aproximadamente 40 mil observaciones para cada uno de estos casos, era necesario simular, más o menos, un poquito menos de seis millones de observaciones y, después, por supuesto, procesarlas y reportarlas de la manera más apropiada.
Al principio, y es importante también comentarlo, sólo algunos estratos reciben, cuando va llegando la información por goteo; sólo algunos estratos reciben información y el resto no la tienen. Por otra parte, al final, por supuesto, la información de la muestra es la que domina la inferencia.
De tal manera que este componente que mencioné hace un par de transparencias, de una distribución inicial, que describe el conocimiento previo sobre los parámetros, si bien tiene que ser una distribución de probabilidad propia, tiene también la característica conocida en este tipo de enfoque estadístico como de ser mínimo informativa, para permitir en efecto que las conclusiones finales se deriven del análisis muestral.
Finalmente y para pasar a mostrarles la manera en cómo reportamos los resultados, cómo los estuvimos analizando y monitoreando a la una de la tarde, déjenme comentarles que diseñamos un diagrama para reportar los resultados que seguramente les va a recordar algo que en la sesión anterior nos mostró Roy Campos.
Lo que nosotros estábamos simulando a través del enfoque bayesiano es la distribución multivariada que describe el conocimiento simultáneo, en particular sobre las tres principales fuerzas, que teníamos para todos los partidos, pero en particular para las tres principales fuerzas.
Lo que ustedes observan aquí son tres proyecciones en los espacios divariados en donde estamos cruzando la información, por ejemplo, en el primer cuadrante de la esquina superior izquierda, de la estimación que se tiene para la votación a favor del PRI, en verde, y en azul para el PAN.
Al lado derecho de este primer cuadrante tienen en color amarillo el registro del caso de votaciones para el PRD, que son superiores al verde, que sería el representante del PRI y ocurre en el último de los tres cuadrantes: estamos comparando las proporciones de voto a favor de, en amarillo, el PRD; azul, PAN.
Este diagrama lo que hace es básicamente lo mismo que nos comentaba Roy Campos sobre este asunto de las dianas. Lo que estamos haciendo es simular varios miles de puntos, de valores, de vectores de la forma Teta 1, Teta 2, para las proporciones de voto para el par de partidos involucrados en cada uno de los cuadrantes. Por supuesto son valores que tienen que estar contenidos en el simplex divariado y por otra parte está trazada la recta identidad, de tal suerte que cada punto simulado que está por arriba de la recta identidad nos está dando información de que hay evidencia a favor de que el partido que se grafica en el eje de las “y” tiene una votación mayor que el correspondiente al partido que se grafica en la dirección del eje de las “x”.
De manera análoga, en caso contrario, cuando los puntos simulados están por debajo de la línea correspondiente, lo que nos está sugiriendo es que estos serían casos en donde la estimación para la proporción a favor del PRI es superior a la intención del voto para proporción de voto a favor del PRD.
Son tres pares. En este diagrama pueden ustedes observar básicamente esta información, el colorido tiene que ver simplemente para que podamos rápidamente identificar cuáles son, de la simulación, los casos que sugieren, por ejemplo, aquí que va ganando el PAN, o aquí que va ganando el PRI, cuando se comparan esos partidos, y en la parte superior en el color del partido que estaría lidereando esa comparación a pares, aparece el dato de la probabilidad posterior, por ejemplo, en este caso de que el PAN tenga una proporción de votos superior al PRI y eso ocurre en los tres casos.
También hago notar para ustedes que aquí tenemos un reloj que nos va a ir diciendo cómo se fue dando el seguimiento de este fenómeno y también tenemos aquí un espacio donde vamos a ir registrando el porcentaje de la muestra, tal como fue arribando.
Este primer diagrama, el corte a las seis horas, incorpora información del 0.04 por ciento de la muestra, eran tres casillas. Esas tres casillas lo que hacen básicamente es: se sobreponen a una distribución inicial que les daba igual posibilidad de dominar a cualquiera de las tres fuerzas principales y el efecto que tiene eso es que, bueno, sí hay aquí un desbalance, ya no están empatados a mitades PAN contra PRI, ni PRI contra PRD ni PRD contra PAN.
De hecho se hacen las proyecciones marginales, lo que se puede observar aquí es que con tres casillas la curva verde, que espero que ustedes puedan observar, sugiere que el PRI, bueno, va un poco por adelante en este primer reporte, con –repito- tres casillas.
Volviendo a nuestro esquema directo, van a ver ustedes lo que nosotros vimos en la sede del Comité Técnico, cuando se producían estas gráficas cada cinco minutos. Vamos a dar un avance de una media hora para que ustedes vean qué fue lo que fue ocurriendo.
Son las seis de la tarde, 6:05, 6:10, 6:15, 6:20, 6:25, 6:30, 6:35, 6:40, 6:45. Teníamos en ese momento, habiendo transcurrido 45 minutos, el 8.45 por ciento de la muestra, poco menos de 700 casillas y lo que en este momento era aparente es que la probabilidad, con ese corte y suponiendo que esto constituyese una muestra aleatoria, sabiendo que era solamente una fracción de la muestra que realmente habíamos previsto para el ejercicio, la probabilidad de que el tercer partido en discordia alcanzara a uno de estos dos, era prácticamente cero.
La gráfica de proyección marginal de estas dos puede claramente revelar que en efecto, el PRI está rondando el 22.68 de porcentaje de votación, y los otros dos partidos están prácticamente empatados.
Si avanzamos un poco más, digamos otra media hora, 18:55, 19, 19:05, 19:10, 19:15, aquí tenemos una situación en donde tenemos ahora el 30 por ciento de la muestra, la probabilidad de que el PAN superase nuevamente en este caso, suponiendo que esto fuera una muestra aleatoria cuando realmente es solamente una submuestra de la muestra en realidad completa, era de apenas el 27.47 por ciento; 7:20, 7:25, 7:30, aquí hay un cambio, y ahora el PAN está ligeramente arriba, 55 por ciento; 7:35, 40, 45, 50, 7:55.
Las ocho de la noche. A las ocho de la noche, la probabilidad de que el PAN superase de nuevo al PRD, nuevamente considerando que esto fuera una muestra aleatoria, era apenas del 18 por ciento.
Es de notarse, si consideran ustedes los diagramas de la parte superior, que las nubes correspondientes son cada vez más concentradas, por el efecto natural del tamaño de muestra creciente. Si corremos esto un poquito más de las 8, a las 8:05, 8:10, 8:15. En este momento, la probabilidad de que el PAN superase al PRD era solamente del 8.82 por ciento. Teníamos el 67.6 por ciento de la muestra, y éste era el estado de las cosas. Mucha concentración, el PRI retrasado, el PAN y el PRD todavía con un importante traslape en las distribuciones marginales, pero esta era la situación.
Otra media hora, 8:25, 30, 35, 40, 8:45. Acaba de darse un cruce en el sentido inverso y ahora tenemos, al cuarto para las nueve, que la probabilidad de que el PAN quede arriba del PRD es del 95.03 por ciento, con prácticamente un 80 por ciento de la muestra.
No los voy a aburrir más con esto. Creo que la idea está clara. A las nueve y cuarto la situación era ésta. Con el 86.86 por ciento de la muestra, la probabilidad de que el PAN superase al PRD era de 99.92 por ciento.
Nuevamente, repito, todos estos son cortes que se pueden analizar en estos términos, suponiendo que lo que estamos viendo es una muestra aleatoria. En realidad es una submuestra de una muestra aleatoria.
Y aquí permítanme comentarles lo siguiente: para efectos de cuando menos convencernos de que no había un sesgo importante en el arribo de la información, nosotros teníamos un sistema cartográfico en paralelo que se iba analizando y monitoreando, simplemente para poder revelarnos si este análisis que estábamos haciendo no estaba influido por un efecto regional. Esto lo podemos ahora contar, en el sentido de que, en efecto, nunca vimos, a partir de que se acumuló aproximadamente el 40 por ciento de la muestra, un sesgo de carácter regional, y llegó más o menos bien, homogéneamente distribuida, toda la información de las distintas casillas.
Bueno, ya estamos muy cerca de terminar; 9:20, 25, 9: 30. A las nueve y media ésta era la situación. PAN alrededor de 36.13; PRD alrededor de 35.28 y el PRI alrededor de 21.98. Y los últimos 45 minutos en que estuvimos recibiendo información y analizando, nos llevaron a observar. Este fue el último diagrama que recibimos, con el 95.12 por ciento de la muestra, observábamos que la probabilidad de que el PAN, en este análisis bayesiano, pudiera superar al PRD, era de 99.95.
Esta es la proyección marginal. Observen que de todas maneras un pequeño traslape entre las dos campanas, entre la azul y la amarilla, en la parte final de la gráfica, y esto fue la información que estuvimos analizando al respecto.
Quisiera yo terminar nada más mencionando dos cosas. Estos son resultados que también graficamos, para efectos de entender cómo se había ido acumulando la información; aquí en esta gráfica tenemos los correspondientes intervalos predictivos al 95 por ciento para el resultado de la elección, y hay una doble escala en el eje horizontal. Por un lado, en verde claro se encuentra el porcentaje que ha arribado de la muestra; y por otra parte, en caracteres un poco más grandes en la parte inferior, está la hora en la que ésta iba arribando; así que para las siete y cuarto, con el 30 por ciento de la muestra, pueden ustedes observar que los correspondientes intervalos habían estado traslapándose continuamente durante todo el tiempo.
Para las 19:45, si bien se iba a alcanzar una mayor precisión, seguía siendo cierto que este traslape se mantenía. Para las 20:20 seguíamos básicamente en la misma situación, con intercambios en las posiciones de las estimaciones para la mediana de esta distribución. Y a las nueve y media hay una ligera separación que se mantiene hasta las 22:15.
Los intervalos finales que se reportaron en el informe también del Comité Técnico del Conteo Rápido, son los que ustedes tienen aquí y que simplemente reitero para efectos de un comentario muy breve.
Un tema importante aquí es contra quién se tiene que comparar, en todo caso, un ejercicio como éste. Uno de los ejercicios clásicos en un proceso de estadística es: nosotros estimamos un parámetro y sería muy bueno saber a la larga cuál fue el verdadero parámetro, para ver si de verdad le dimos o no.
Y aquí en diferentes publicaciones se hacían comparaciones contra acumulaciones parciales del PREP.
Como se mencionó hace un momento, la fuente de información para este ejercicio eran formatos de cómputo que se desprendían del trabajo de escrutinio que se hacía en las casillas. El Proxy más cercano a esta información son los resultados asentados en la casilla propia, en el acta propia de la casilla.
Por supuesto allí no estábamos distinguiendo si había inconsistencia o no había inconsistencias o no había inconsistencias o si había cualquier otro tipo de anomalía.
Así que finalmente el valor más cercano o lo que sería el parámetro en esta población sería el porcentaje de voto en favor de cada uno de los partidos, única y exclusivamente considerando la totalidad de las actas de las casillas, sin descontar por ninguna causa ninguna de ellas.
Y, en efecto, si uno hace esta comparación puede verificar de este tabulado que las cosas funcionan como deberían de haber funcionado.
Termino con algunas reflexiones técnicas. Por un lado, como acabo de mencionar, la población bajo estudio está constituida por los resultados de la votación presidencial al momento de asentarse en las actas. No se distinguen los casos con inconsistencias.
Y, por otra parte, sabemos todos nosotros que los resultados definitivos de la elección solamente se pueden registrar una vez que se desahoga un proceso que discute, analiza y considera las impugnaciones.
De tal manera que en realidad lo que nosotros estamos estimando es algo que se debería de parecer al resultado final, pero que no necesariamente coincide.
Desde un punto de vista técnico, esto induce dos reflexiones generales. La primera es: precisamente porque esto ocurre así y dado que en estas condiciones de una contienda muy cerrada es particularmente difícil detectar a una fuerza ganadora, es importante que el criterio estadístico sea extraordinariamente conservador.
Además, es importante mencionar que también existe una literatura muy vasta en inferencia estadística, que trata de lo que se llama modelos con errores de medición.
Es decir, finalmente lo que nosotros estamos haciendo es medir un parámetro perturbado, y lo que nosotros tendríamos que hacer es incorporar eso como parte del modelo, existe la literatura y se puede hacer.
Y el punto importante de esto es que cuando uno incorpora el error de medición en un modelo de estimación como éste, automáticamente los resultados finales, los intervalos en particular, tienen una cuota mínima. No se pueden hacer más pequeñitos que un determinado límite, porque eso depende del error de medición y no del esfuerzo de muestreo.
De tal manera que, probablemente, en el futuro sea una buena idea tomar esto en cuenta, para que en una contienda muy cerrada no caigamos en algún equívoco.
Algunas observaciones
Alberto Alonso y Coria
EXTRACTO
La vocación de transparencia del IFE y su interés por ventilar los distintos mecanismos de su trabajo con partidos políticos y actores sociales hace que se vuelvan relevantes algunas actividades que parecerían meramente técnicas.
Alberto Alonso y Coria
-Alberto Alonso y Coria: Realmente lo que yo podría decir prácticamente ya se dijo en las presentaciones previas.
Sin embargo, quiero comentar un par de puntos. El primero, que las presentaciones dan testimonio de un intenso trabajo técnico, de un complejo y fuerte trabajo de campo, así como de una pléyade de reuniones con partidos.
El IFE lleva a cabo varias formas de contar los votos para dar el resultado de la elección.
Uno es el conteo rápido, otro es el Programa de Resultados Electorales Preliminares; uno más es un programa muy semejante a éste, que se llama cantado de actas, pero éste último es poco menos conocido.
Otro es el que sucede el miércoles siguiente a la elección, que son justamente los cómputos distritales.
Las fuentes esencialmente son las mismas: las actas que asientan el presidente de casilla, las actas que trae el presidente de casilla, que se firman, que se llenan en la casilla y que reflejan el resultado de los votos asentados o depositados por los ciudadanos.
La diferencia, como ya fue mencionado, es que los cómputos distritales, por ejemplo, pueden diferir del PREP, en tanto que en los cómputos distritales puede haber alguna observación por parte del partido y se hace un reconteo, cuando así lo amerita y está sustentado, de forma tal que el resultado puede diferir del acta original que fue capturada, ya sea por el PREP o ya fue reportada por conteos rápidos, en su momento.
Podrían ser unas pequeñas diferencias, pero realmente en el fondo es que estadísticamente no haya una diferencia sustancial en el PREP.
En cualquiera de estos mecanismos de informar a la ciudadanía cuál fue el resultado de la votación el día de la jornada electoral, el IFE tiene que trabajar con ciertas características.
La certeza, la transparencia y la neutralidad deben reflejarse en todo momento. Esos tambien deben ser puntos centrales de un ejercicio como el que se acaba de mencionar, el de conteo rápido.
Ahora bien, cabría prguntarse ¿por qué el IFE realiza este tipo de ejercicios?
Un primer punto es que al realizar este tipo de ejercicios, el Instituto Federal Electoral genera un mayor control. Sabemos que el IFE cuenta con una infraestructura muy basta, las siete mil 636 casillas que en la muestra pueden ser abordadas únicamente haciendo uso de la infraestructura con que cuenta el Instituto el día de la jornada electoral.
Los CAE’s que se mencionaron son los capacitadores electorales. En el fondo el IFE tiene contratados, el día de la jornada electoral, a 23 mil o 24 mil personas, para ponerlo en números redondos, y que pueden apoyar estas labores de campo para obtener la información.
En un extremo incluso se podría llegar a una cantidad mayor con una diferencia, un problema muy importante que marcó las discusiones con los partidos, que es la confidencialidad de la muestra.
Esto es lo que yo llamo las limitantes de entorno. La vocación de transparencia del Instituto, su interés de ventilar los distintos mecanismos de su trabajo con partidos políticos y actores sociales, hace que se vuelvan relevantes algunos trabajos que parecerían meramente técnicos.
Por ejemplo, la confidencialidad de la información hizo que pasara a segundo plano la garantía de obtener la información.
Para ser franco, cuando se iniciaron estos trabajos, pensábamos que el ambiente iba a ser muy semejante al que prevaleció en 2000 y en 2003, fechas en las cuales hubo interés por parte de los partidos pero sólo se enteraron, conocieron los trabajos y opinaron de alguna forma y ahí quedó.
En esta ocasión hubo un seguimiento muy cercano con prioridades distintas y énfasis diferentes. Si bien las prioridades eran semejantes, ciertamente los énfasis eran distintos a los que presentaba un mero trabajo técnico.
Esto claramente impuso incluso restricciones o limitantes que no habíamos considerado al principio y que resultaron un reto importante para el ejercicio de conteos rápidos.
Habría que reflexionar sobre si esta situación será la que prevalezca en 2009 o en 2012. Mi impresión personal es que tendremos ese mismo tipo de interés en 2012; no tanto en 2009 por la naturaleza de la elección intermedia. Lo cierto es que el interés por este tipo de instrumentos ya está en la agenda de muchos actores sociales y por tanto habrá un seguimiento muy estrecho, de cualquiera que haga el ejercicio, para poder saber cuál es el resultado de la jornada electoral.
Sin duda es un elemento que está ya en el mapa de los procesos electorales de nuestro país.
Ciertamente, hay que reflexionar sobre cuál debe de ser el papel de un Instituto Federal Electoral en esto. Considero que este trabajo de transparencia y seguimiento fue un trabajo muy interesante, que dio resultados muy positivos al ejercicio de conteo rápido.
No olvidemos que incluso la forma de comunicar el resultado fue discutido y a raíz de esa discusión se planteó un formato. Algunas personas se preguntan:¿Por qué no dijeron más el día de la jornada electoral? Bueno, no se dijo más, porque lo que se dijo ya había sido acordado con los partidos políticos. Se había ventilado cuáles eran los distintos escenarios que podríamos enfrentar y cuál era incluso el formato de comunicación para los partidos y para la comunidad.
El reto de los conteos rápidos es un reto importante. A final de cuentas, este ejercicio se ha convertido en un elemento central de la jornada electoral, y la ciudadanía espera con avidez el resultado de estos ejercicios.
-Daniel Lund, moderador: Vamos a tomar un tiempo para preguntas u observaciones.
-Pregunta: ¿Cuál es el costo del estudio, tomando en cuenta la extensión de la muestra, los ejercicios de recálculo, la capacitación, absolutamente todo el proceso?
-Alberto Alonso y Coria: A ver, es complicado separar unas y otras. Por ejemplo, la capacitación de los CAE's en realidad viene dentro del costo, ya están contratados los CAE's, realmente están haciendo este trabajo y sencillamente se toma uno de los espacios de trabajo, para poderlo realizar. Entonces, la capacitación ya viene incluida dentro de un costo.
Toda la parte de infraestructura ya viene incluida, es decir, la parte de cómputo que estaba consignada para el SIJE, el Sistema de Información de la Jornada Electoral. Usamos justamente ese camino. Todo lo que es comunicación, computadoras, bueno, computadoras son cuatro PC's, espacio, un sótano por ahí que logramos conseguir, etcétera.
¿Cuál fue el costo principal? El costo principal fue esencialmente los salarios de los señores del Comité Técnico, más un par de gentes que los ayudaban, son un ayudante para el Comité Técnico, más dos personas para el Registro Federal de Electores. Esencialmente esos fueron los costos involucrados.
-Pregunta: Ustedes no tienen un sistema así de costos por área.
-Alberto Alonso y Coria: No, es que aquí no podíamos separarlos. Tenemos un sistema de costo y puedo decir cuál fue el ejercicio y costo del sistema, pero no estaríamos incluyendo los sistemas de cómputo, porque todos estaban utilizados y ya estaban. Por ejemplo, el cómputo para el SIJE se contabilizó en el SIJE. Requerimos este sistema para poder hacer el seguimiento de instalación de casillas.
Allí estaban incorporados también los operadores que se contrataron justamente para ello. Segundo, muchos de los operadores del SIJE estaban hasta cierta hora. A partir de otra hora apoyamos a esta operación con personal de la Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores, que es personal contratado para la atención a módulos, o sea, personal que usualmente está en los módulos de atención ciudadana, esa noche su trabajo consistió en atender o apoyar la acción de conteo rápido.
En otras palabras, hicimos uso de la infraestructura del Instituto para poder hacer el sistema y, por tanto, los costos igualmente no están separados, porque son costos que ya están dentro de operación.
-Pregunta: Tal vez simplemente sea útil que nos pudieran hacer el cálculo, para que también ese cálculo entrara en la reflexión hacia el 2009 o 2012, de cuánto, en términos reales representa el costo del estudio de calidad.
-Alberto Alonso y Coria: Un tema que sí nos costó mucho más de lo que habíamos programado, fue el costo de los notarios.
-Ulises Beltrán: En primer lugar debo señalar la calidad del conteo y el esfuerzo espectacular que hicieron.
Pero, de veras, pensando en el IFE y pensando en el ciudadano, porque finalmente es a quien nos debemos todos.
En el 2000 yo señalé en el mismo seminario: “cuidado con los conteos del IFE”, porque aquí hay un problema de riesgo que están corriendo. ¿Quién duda de la capacidad técnica?
Yo creo que la reflexión que señalaban al principio la deben volver a hacer. Creo que fue una eleccion abierta y que la posibilidad de que te equivoques es muy baja.
Lo que están diciendo ustedes: hicimos el conteo rápido porque nos dimos cuenta que podíamos hacerlo. La verdad yo creo que ese no es el tema.
Me van a permitir una reducción al absurdo. El problema es que siempre en todo tipo de ejercicio de este tipo hay una inferencia con información limitada, y esa inferencia tiene riesgo, tiene márgenes de error.
Y nos vamos a amanecer con que les vamos a pedir que hagan la elección por muestreo; o sea, si es posible hacer una de éstas y nos vamos a ahorrar millonadas, si ustedes me han demostrado que es posible predecir con muestreo la voluntad de las personas.
Esa es una reflexión que les hago. Francamente no tengo opinión al respecto, pero creo que es una reflexión que deben hacerse seriamente y sobre todo cuando describieron los tipos y momentos de información que el IFE da.
Las tendencias, su nombre lo dice, no implican un compromiso con el resultado proyectado, no estás corriendo el riesgo de decir: Y esto después va ser tanto. Son las tendencias.
Y esta fase yo la entiendo más como transparencia, en la cual el IFE, afortunadamente para todos, inmediatamente muestra las actas de casilla.
Lo que señalaron respecto a que después hay elementos exógenos que modifican los resultados, que es lo que los partidos dicen, los que perdieron.
Entonces, ¿cuál es la verdad? El conteo rápido, el IFE, lo que contaron en los comités distritales, etc.?
A mí sí me preocupa. La sociedad ya estaba servida; no dijeron nada que la sociedad no sirviera cuando ustedes dieron su resultado, porque la sociedad civil, organizada en medios de comunicación y empresas encuestadoras, ya habían dicho a la ciudadanía que ésta era una elección cerrada.
Y es una responsabilidad y un riesgo que asumen ellos y no cuesta. Pero si el IFE se equivoca puede ser muy delicado y muy grave. Esa es la reflexión de fondo.
¿El IFE, la autoridad electoral tiene que hacer una proyección electoral con base en información limitada?
Mi opinión es que no. Debe decirme lo que sabe con certeza, con la totalidad de la información.
La otra reflexión es que creo que vale la pena que ustedes mismos se la hagan y a mí me preocupa, como ciudadano, porque yo encuentro que el valor de la credibilidad en el IFE es trascendental para todos nosotros, en un ejercicio contrafactual imposible, pero que a lo mejor se puede hacer, le fue bien o les fue mal con este asunto, en términos de credibilidad, con el resultado y la difusión de éste.
Y la verdad ustedes no sirven a los partidos políticos, nos sirven a nosotros, los ciudadanos. Qué bueno que a los partidos les dieron todas esas seguridades, pero yo quiero seguridad y no creo que la utilidad deba ser una proyección, porque en todo momento implica riesgo.
También me doy cuenta y reconozco que dejar de hacerlo de aquí en adelante va ser complicadísimo, difícil y probablemente imposible. Pero no podía dejar de dar esa reflexión que hice en el 2000 y de la cual tengo una convicción muy cierta: la autoridad debe decir cuántos votos tiene cada quien, nada más, no cuántos, según este modelo de inferencia, sin duda extraordinario, puede decir.
-Alberto Alonso y Coria: Un comentario. Nunca se dijo que la elección sea de muestreo ni mucho menos.
Hay una responsabilidad por parte de la autoridad electoral de informar a la ciudadanía qué es lo que sabe el IFE o qué es lo que sabemos sobre el resultado de la elección.
El PREP tiene sus tiempos. El PREP, a final de cuentas, va acumulando los resultados a lo largo de la noche y tiene el problema o la característica, digámoslo así, de que va llegando la información conforme va llegando el paquete electoral.
No hay ningún tipo de estimación, ninguna inferencia sobre los resultados. Hay que tener cuidado con la palabra. Lo único que hace el Instituto es reflejar lo que obra en su poder.
En el caso de conteos rápidos sí es un ejercicio de índole muestral para poder conocer con este tipo de instrumento qué es lo que sucedió el día de la jornada y, por supuesto hay una importante responsabilidad -uno de los puntos importantes que ha asumido el Instituto-, una total responsabilidad con el ejercicio que se tenía.
Recuerdo un punto importante. En el 2000 se encargó a tres empresas el resultado y, de las tres empresas, hubo tres puntos.
Con una empresa tuvimos resultados sin mayor problema; la muestra era muy pequeña comparada con ésta que realmente es una muestra adecuada.
Otra empresa no pudo. Hay que recordar que hay un compromiso a las once de la noche; no estuvimos a las once de la noche con esa empresa.
Y la otra, aún cuando encontró el orden correcto, no indicó sus rangos y éstos no coincidían con los resultados. Sin embargo, esos son resultados, el Instituto consideró pertinente tener un ejercicio que tuviera todo el control para poder hacer el ejercicio de conteo rápido.
-Rafael Abascal: Reforzando solamente un punto que está tocando Ulises Beltrán, creo que hay un valor fundamental para el Instituto y ese valor fundamental es la credibilidad que ha construido y de la cual depende, credibilidad que en este país ha costado mucho y mucho tiempo construir.
En otras palabras, hay un valor que me parece fundamental, que es la credibilidad del Instituto y siempre que se hace una inferencia estadística se corre un riesgo, aunque ese riesgo esté muy controlado y muy acotado.
Si lo vemos por el lado del costo, si multiplicamos el costo más grande, que sería perder a la institución, perder la credibilidad en el IFE, y eso lo multiplicamos con una probabilidad, aunque baja, siempre existe un costo que me parece enorme, gigantesco para este país, que es perder la credibilidad en una institución que nos ha costado a los mexicanos muchísimo construir.
Entonces correr ese riesgo me sigue pareciendo digno de que sea analizado y recuestionado.
Por otro lado, creo que el IFE no tiene que entrar, por el bien de la credibilidad de la institución, en cuestiones mediáticas. Para los medios de comunicación sí es fundamental la velocidad, porque viven de proporcionarle a los ciudadanos información, pero ellos sí pueden correr riesgos, ellos no son una institución.
Y el IFE no entiendo porqué tiene que correr un riesgo y entrar en una competencia de velocidad contra los medios, si de todas maneras nos tardamos en calificar la elección tres meses y al final la velocidad no contó.
Yo creo que lo más importante es preservar el valor de la credibilidad y la confianza que no sólo nos ha costado 10 años de IFE, sino mucho de la historia de este país.
-Ulises Beltrán: Si no registré mal, una de las cosas que más me preocuparon desde que -creo que por el mes de febrero-, se anunció el ejercicio y tuve la oportunidad de comentarlo, es que parecía una voz oficializada del conteo.
Yo leía eso y me ponía a temblar, una estimación oficial ¿qué hace el IFE oficializando estimaciones, si como ya se dijo la tarea es contar, enumerar y enumerar bien los votos emitidos, tarea felizmente replicable cuantas veces se desee bajo las mismas reglas del juego y arribaría uno al mismo resultado?
No es el caso, no es así de replicable un ejercicio de estimación como lo es el del conteo rápido, porque distintas muestras con el mismo procedimiento, etc., nos darán tantos resultados como son posibles, en la distribución muestral.
Entonces, leía yo esto y decía ¿por qué el IFE se mete a hacer su propio ejercicio y además adjetivarlo como el resultado oficial del conteo rápido? Qué bueno que esté sobre la mesa de discusiones si vale la pena o no repetirlo.
No creo que deba de perderse lo que Rubén Hernández nos contó de la historia de lo que dicen los articulados de que el Consejero Presidente, con la anuencia del Consejo General, tiene la facultad de hacer; qué bien, que se haga, y la fórmula de hacerlo se hizo en el 94, se hizo en el 2000, con la contratación de las empresas externas.
Yo tuve la oportunidad de participar en los dos ejercicios; no por ello es un comentario interesado o sí lo es en el sentido que acaba de decir Eduardo Ragazol: mi interés está en preservar esa credibilidad del IFE, y creo que, por baja que sea la probabilidad de equivocarse por muestras gigantescas y diseños, no cuestiono en nada la excelencia técnica del trabajo realizado. Sin embargo, porqué siquiera tener un ápice de riesgo de que esta institución se meta en ejercicios de estimación, cuando es tan fácil proporcionarle a la sociedad la información diciendo: aquellos terceros que yo contraté, ellos dicen X, Y o Z, y júzguelos los que lo hicieron, lo que dijeron aquellos; yo lo diré cuando termine de contar, que es para lo que estoy, para contar y enumerar bien los votos.
Dicho eso, sí tengo un par de curiosidades técnicas de lo que se expuso. Una es si de la muestra de las siete mil 636 casillas se repitieron secciones electorales; me interesaría conocer el dato de cuántas secciones electorales diferentes resultaron seleccionadas en esa muestra, como un detalle curioso.
Y lo otro, no veo cómo la preocupación que tenían de Baja California y Sonora fuese resuelta con un tamaño de muestra más grande. Si el tema era el sesgo que podría provenir por el huso horario, el hecho de que tengan una muestra más grande, para que lleguen los casos suficientes, no veo en qué sentido resuelve el tema del sesgo, por esas dos horas de diferencia.
-Ignacio Méndez: No recuerdo el número exacto de secciones que quedaron representadas en las siete mil 636 casillas, pero sí fueron relativamente pocas en la misma sección que cayeron.
Ahora, en relación con lo del incremento del tamaño de muestra en los estados con un huso horario desfasado, el incremento del tamaño de muestra permite que el momento en que se planea el cierre del ejercicio, alrededor de las 10, 10 y cuarto, se tenga una muestra con número suficiente para poder hacer estimaciones en los estratos correspondientes a esos estados.
Es decir, digamos que llegue el 30, el 40 por ciento de esos en particular, con eso se puede hacer la estimación y tener una idea. No olvidemos que las tendencias partidistas de estos estados son un poco diferentes del centro o del sur, por lo que era crucial tener información ahí.
-Arturo Sánchez: Ignacio Méndez: me da la impresión de que te quedaste corto en la descripción de los candados a los que fuimos sujetos.
-Ignacio Méndez: Por supuesto que sí.
-Arturo Sánchez: Cuando se trataba de tener mucho cuidado del asunto.
-Ignacio Méndez: Sí.
-Arturo Sánchez: No mencionaste, por ejemplo, que ustedes fueron prácticamente encerrados en un búnker, a partir de, si no me equivoco, las cinco de la tarde, y que la única forma de tener comunicación con ustedes y, desde luego, con sus computadoras, era a través de un teléfono que, en el momento en que se levantaba, empezaba a grabar cualquier sonido que ahí se tuviera y estas grabaciones se iban a las oficinas de todos los partidos políticos, si fuera necesario.
Y tampoco comentaste que había un mandato de que solamente uno de ustedes saliera a entregarle al Consejero Presidente un sobre que él tenía que leer, independientemente de ningún otro dato.
¿Por qué lo menciono? Porque esto no fue un accidente después de que se tomó la decisión de que el IFE hiciera el ejercicio, sino que éste era el contexto en el cual, junto con los partidos, particularmente con la influencia de algunos partidos políticos, el IFE tomó la decisión de hacer el conteo rápido.
Luego entonces, cuando hablamos del Consejo General, en este caso tenemos que hablar muy específicamente de que el Consejo General también está compuesto por partidos políticos y el Consejo General tomó la decisión en conjunto de que fuera el IFE el que hiciera este esfuerzo.
A mí me preocupa esto, porque la pregunta que yo quería hacerles es ya a toro pasado, ¿qué tanto les afectó esta presión en el trabajo técnico? Que es realmente lo que nos importaba, el ir construyendo poco a poco las decisiones.
Ustedes mencionaron algún número equis de reuniones que se realizaron, el problema de la construcción de la muestra y demás, pero sí se hizo bajo una presión política.
De hecho recuerdo que ustedes nos pidieron a los consejeros protección política para que pudieran tomar decisiones, independientemente de que los partidos lo hicieran así.
Todo esto hace que en efecto, tenemos que valorar muy bien la factibilidad de hacer este ejercicio una vez más y en qué condiciones, pero en todo caso también hubo un problema económico: si algo nos inclinó a tomar la decisión de hacerlo es que, después del recorte de mil millones de pesos a nuestro presupuesto para el año 2006, resultaba técnicamente factible y más económico hacerlo en casa que contratar empresas.
Quisiera su punto de vista sobre estos elementos.
-Rubén Hernández: Bueno, ahora me voy a poner también yo como ciudadano común y corriente.
Al ver las cuestiones que han sucedido en otros países, no hace mucho en los Estados Unidos, hace muy poquito en Ecuador, donde toda la responsabilidad de conteos y del mismo proceso de cómputo total, fue un total fracaso, como ciudadano -y también aquí hay una cuestión de intereses, sin duda-, pero un ciudadano tal vez que tiene un poquito más de idea de lo que puede suceder, creo que el IFE, precisamente porque tiene todas esas características que no existen ni en Estados Unidos, ni en Ecuador ni en Italia, que también tuvo sus problemas, hacen que como ciudadano, insisto, yo vea muy bien que el IFE, que tiene tanta gente, tantos recursos invertidos, tanta experiencia, tanto conocimiento, pueda realizar esto.
Ciertamente hay un riesgo, evidentemente hay un riesgo, pero ese es el que precisamente se ha tratado de acotar. Estas discusiones, y viene a tema con lo que mencionaba Arturo, es precisamente una fase de aprendizaje para todo mundo: los partidos hicieron su trabajo, es decir, tratar de minimizar esas posibilidades, tal vez sus técnicas no fueron muy del agrado nuestro, pero ellos hicieron esencialmente su trabajo representando, espero yo, a sus posibles votantes.
Concluyendo en este aspecto: yo sí creo, porque el IFE es diferente, porque México es diferente, y sobre todo porque si no hubiese salido el IFE como salió, hay que pensarlo: ¿qué hubiésemos preferido? ¿Que el IFE no hubiese salido esa noche? Y entonces sí me pregunto si así quienes estaban comprometidos a no cantar victoria antes de la autoridad, lo hicieron, imaginar solamente que hubiese sucedido ante una ausencia total de un anuncio de tendencias.
Si así se nos ha hablado de fraudes metafísicos, fraudes divinos y demás, imaginar ese espacio de silencio de la autoridad, pudiendo tener una voz que en este caso, insisto, de manera muy prudente lo único que dijo en este momento, con estas condiciones y de acuerdo con lo que todo mundo estuvo aprobando, solamente podemos decir eso.
Creo yo que las encuestas que nos retratan un IFE que tal vez fracasó en ese aspecto de la comunicación, se les ha olvidado preguntar antes de esa pregunta ¿qué opina de usted de por qué salió como salió el IFE? Que le hayan preguntado al ciudadano: ¿tú leíste lo que el IFE te estaba diciendo?
Creo que tenemos un problema allí, antes, mucho antes que la actitud misma del IFE, de una ciudadanía que no somos precisamente el primer lugar en educación en todas las evaluaciones de la OCDE. Por tanto, hace falta que los medios hagan su trabajo, pero que lo hagan no sólo por comercio, sino educando.
Tú habías leído que el IFE iba a salir en tales y cuales condiciones. Sinceramente, insisto, como ciudadano me parece que el IFE ha hecho muy bien en salir, y por supuesto me uno a las preocupaciones de que sólo salgan cuando haya razones muy fuertes como para poder decir que alguien está arriba.
Si no, no pasa nada, no pasa nada si se dice que no se puede salir porque está muy cerrado, no pasa nada. ¿Cuál es el problema? Las compañías siguen haciendo sus trabajos, y los hacen muy bien, ¿cuál es el problema?
-Luis Carlos Ugalde: Yo quiero hacer dos o tres reflexiones sobre lo que se acaba de comentar.
Primero, creo que el problema de confianza no lo generó el conteo rápido, y voy a hablar bien del conteo rápido porque el mérito del conteo rápido es básicamente del Comité en su diseño, y de los funcionarios del servicio civil del IFE en su implementación, pero quisiera tratar de ponerlo desde afuera, es decir, primero el conteo rápido es un ejercicio sólido, el flujo informativo fue óptimo, y creo que el conteo rápido detectó desde la noche del 2 de julio lo que finalmente supimos tres meses después. Entonces creo que fue exitoso, técnicamente hablando.
Segundo, el grado de confianza del 2 de julio no se genera por el conteo rápido, se genera por otras cosas. Una cosa estructural que ha detectado Parametría es que, en cualquier país, en cualquier democracia, donde la autoridad no puede decir quién ganó, como en un partido de futbol, genera cierta frustración y en un país como México, cierta suspicacia, sobre todo cuando los contendientes salen después de que la autoridad electoral lo hace, cada quien para decir que ganó.
Tercero, creo que hay que hacer entonces ejercicios contrafactuales, como dijo la persona que me precedió. ¿Qué hubiera pasado si no hacemos conteo rápido y entonces estamos a la deriva de lo que digan los demás? ¿Hubiera sido mejor? ¿Habría habido más confianza en la elección? ¿Estaríamos en una situación diferente? ¿Habría menos mexicanos que hubieran comprado la idea del fraude electoral? Yo lo dudo.
Segundo, imaginemos que el candidato que ganó hubiera tenido 70 mil votos más. Seguramente eso habría permitido que el Comité Técnico lo hubiera detectado con mayor precisión y le hubiera recomendado al Consejero Presidente decir que tal candidato ganó, porque en los tres modelos hubiera habido separación de los intervalos. ¿Eso habría generado más confianza?
Probablemente si el IFE hubiera dado a conocer con contundencia al ganador, el conteo rápido habría generado más confianza. Creo que en un escenario como el que vivimos, el conteo rápido ha sido motivo de ciertas críticas, pero lo que fue criticado fue el PREP, no el conteo rápido. De hecho, el conteo rápido estuvo a punto de ser vulnerado desde las 11:45 de la noche del 2 de julio, cuando no estando en el acuerdo del Consejo General, una de las fuerzas políticas solicitó la base de datos y otro partido político lo respaldó.
En ese momento yo estuve muy preocupado, porque se estaba vulnerando el principio fundamental de que ante un empate no se difundiría la información para evitar el manejo político.
Pero eso pasó desapercibido, porque finalmente el partido que lo solicitó decidió obviamente no hacer uso de esa información, porque no le convenía.
También se ha dicho que le faltó transparencia al conteo rápido. Ha habido gente que ha dicho que debimos haber dado a conocer la gráfica de los intervalos; que de esa manera el IFE habría pasado como una institución transparente. Pero también me pregunto, si el IFE sale y dice: están empatados, aquí está la gráfica. Eso habría hecho que los candidatos punteros hubieran dicho ah, bueno, estamos empatados; esperemos hasta el miércoles, o 2) habríamos sido acusados de estar induciendo un resultado, y entonces el problema que se presentó en las semanas subsecuentes, quizá habría sido más agudo en la noche.
Entonces, sí creo que es pertinente reflexionar quién debe hacerlo. No estoy diciendo que deba hacerlo el IFE siempre; creo que sí es pertinente hacerlo. Creo que también es pertinente pensar, por ejemplo, si el PREP debe seguirse llevando a cabo, o si el PREP y el conteo rápido deben ser complementarios o sustitutos. Pero yo sí creo que el problema de la confianza el 2 de julio no deriva del conteo rápido. Pudo haber sido mejor que no haberlo hecho, porque quizá habríamos estado en una situación aún peor.
Y sí creo que el problema estructural es el tamaño del margen, y que en un margen más amplio las televisoras habrían dicho lo que pasó a las ocho de la noche, y entonces nadie hubiera puesto atención a mi anuncio de las 11 de la noche.
Entonces, cada situación genera un contrafactual sobre el que es difícil analizar las consecuencias, pero para las características actuales nos preparamos para el peor escenario, y realmente fue anticlimático decir: no te puedo decir lo que pasó. Estoy tan bien preparado, que no te puedo decir lo que pasó, porque está peor de lo que pensábamos.
-Roy Campos: Yo creo que abre Ulises la discusión y creo que es válida, creo que no es la primera vez que se abre pero de veras es una discusión difícil si una institución electoral debe o no hacer conteo rápido, y es una discusión difícil porque efectivamente la institución electoral debe organizar y contar los votos y declarar ganador con el conteo de votos.
Pero yo soy de los que piensan que sí hace bien el Instituto Electoral en hacer su conteo rápido. Simplemente recordemos que el hoy Presidente todavía le quedan tres días, cinco horas y 28 minutos, fue declarado presidente el propio domingo 2 de julio del 2000 con conteos rápidos. 71 años del PRI se acabaron con conteos rápidos aceptados por todo mundo.
El Instituto Electoral simplemente debe ser más cuidadoso en su anuncio, pero yo creo que debe de seguir haciendo, yo no quiero caer en los excesos de Rubén de echarle la culpa a la poca educación de los ciudadanos. Tendremos que acostumbrarnos y vivir con esa situación, ni modo, así es.
Y más bien comunicar de manera más cuidadosa para esa población.
Aquí quedó en evidencia que el Comité Técnico es sólido y podemos tenerle confianza a los que están en la mesa y a los que no, a Miguel Cervera, a Guillermina, etc.; es un problema más bien de comunicación.
Quiero retomar una propuesta que hizo Manuel Mendoza que a la mejor quedó desapercibida y que la mencionamos más o menos, en el sentido de que hay que tener intervalos mínimos, no importa que el diseño hubiera estado para tres décimas, no importa.
Si la elección era más cerrada, el Instituto Electoral tenía que declarar y no tiene por qué declarar con el conteo rápido. Es decir, este método tiene sus limitaciones; sin embargo sirve para solucionar un problema de anuncio de resultados ese día cuando se pueda dar resultados.
Imagínense simplemente que las televisoras hubiéramos dado a conocer a las ocho de la noche al ganador, todo mundo voltea al IFE y el IFE dice: me espero al miércoles. Ese momento de incertidumbre no podía existir ese día.
Si hubiera habido ganador, el IFE declara y ahí se acaba la elección, bueno, no hay ganador pues el IFE lo declara y no hay ganadores, nos esperamos hasta que se cuenten todos.
Pero retomar la propuesta de un intervalo mínimo por más bueno que sea el conteo rápido, siempre hay que tener un intervalo mínimo y aunque los intervalos nos intercepten, el IFE se tendría que haber dejado.
Yo creo que lo que hizo el Comité Técnico fue perfecto y el anuncio es mejorable, simplemente así lo pondría yo, pero estoy de acuerdo. Tomo la discusión que abre Luis Carlos, creo que hay que retomar la función del PREP. Fue diseñado originalmente como un instrumento de transparencia electoral y se ha convertido en un instrumento de querer adelantar ganador con el PREP.
Entonces creo que hay que retomar la función del PREP no nada más de los conteos rápidos. Yo soy de los que dicen que el IFE sí tiene que seguir haciendo conteos rápidos.
-Virgilio Andrade: Creo que aquí ha quedado sembrada la pregunta frente a una demanda creciente de información y una expectativa creciente de los ciudadanos que se ha desarrollado a lo largo de las últimas dos décadas y que no es reciente.
Primero, la ley fue adaptando instrumentos y, de simplemente aceptar cómputos distritales, se estableció en el Código Federal Electoral de 88 la posibilidad de dar resultados preliminares. Y después de eso en la reforma del 93 se estableció la opción para la autoridad electoral de dar a conocer tendencias.
Esto significa que hay una respuesta histórica estructural a una demanda creciente de información y frente a eso viene la decisión de la autoridad, justamente en la tendencia.
-Daniel Lund: Hay varias preguntas sembradas y la importancia es que podemos seguir a un nivel político y técnico. Yo creo que no hay una resolución fácil.
Quizás el próximo formato para la discusión debe ser un poco distinto, donde hay posibilidad de profundizar, porque sería una gran tragedia si en 2009 estuviéramos sorprendidos por la intensidad del interés de los partidos y la sociedad. Ese año no va a ser más suave que 2006, y 2012 tampoco.
Comentarios finales
Virgilio Andrade
EXTRACTO
Los consejeros electorales tomamos la decisión de asumir la responsabilidad de hacer el conteo rápido, tomando en cuenta que los partidos políticos participan en el IFE en la construcción de los grandes acuerdos y consensos y que contábamos con los elementos de carácter técnico para tener el control del conteo. Estábamos convencidos de que podíamos hacer la inversión necesaria, desde el punto de vista administrativo y financiero para poder contar con los resultados de manera oportuna.
Pero tenemos la convicción de que lo que hizo el Instituto Federal Electoral, junto con los partidos políticos, fue lo correcto para el tipo de escenario que se estaba viviendo, porque teníamos el ejercicio del conteo rápido, pero no contábamos con todos los resultados, y frente a lo cerrado de la elección, la actitud responsable era no dar a conocer un ganador, si no se tenía esa certeza estadística.
Virgilio Andrade
-Virgilio Andrade: Sin duda, este seminario aborda dos circunstancias específicas muy importantes, al momento de la difusión de los resultados electorales.
Por un lado, la cuestión técnica, que nos va planteando de qué manera podemos irnos anticipando o dando en forma preliminar, con grados aceptables de certeza, un resultado y, por el otro lado, la comunicación como un elemento necesario para que todos los ciudadanos conozcan de estos ejercicios y de esta anticipación de resultados.
En lo personal, tendría el propósito en esta intervención de dejar un tercer testimonio para todos ustedes, el de la construcción de la regla de juego que dio lugar a este conteo rápido, porque es necesario mencionar que todo el ejercicio realizado tuvo un respaldo jurídico, construido desde el Instituto Federal Electoral.
En el sistema mexicano, nosotros tenemos cuatro cortes posibles para ir dando a conocer los resultados. El primero de ellos es el que se denomina jurídicamente tendencias electorales que es, efectivamente, sustentar la comunicación de los resultados el mismo día de la jornada electoral con métodos, ya sea de encuestas de salida o de conteos rápidos. Esa sería la traducción técnica de un primer mecanismo que nos establece la ley.
El segundo, el que tiene que ver con los resultados preliminares que parten, como dijo el actuario Alonso y Coria, de un elemento cantado dentro de cada una de las sedes distritales, pero que se ha traducido, en las últimas tres elecciones presidenciales, en un sistema computarizado de captura de actas conforme van llegando, y es el que conocemos como PREP.
Y, posteriormente, hacia el día miércoles, tenemos los cómputos distritales, para culminar con el cómputo final que hace el Tribunal Electoral y la declaración de validez de la elección.
Sabiendo de la gran demanda que existe por los resultados electorales y del factor de certeza que ello puede significar, la primera pregunta que nos hicimos en el Instituto Federal Electoral fue si el propio Instituto debía o no tomar la responsabilidad de hacer el conteo rápido.
Distintas corrientes y experiencias en otros países establecían que lo más conveniente era dejar el ejercicio de los conteos rápidos y de las encuestas de salida a los sectores particulares e incluso partidistas, de tal suerte que no asumiera la responsabilidad la propia autoridad electoral.
Sin embargo, y hay que decirlo, los consejeros electorales tuvimos una convicción distinta y tomamos otra decisión, la de asumir la responsabilidad de realizar el conteo rápido, tomando en cuenta los siguientes factores:
Primero. En el Instituto Federal Electoral participan los partidos políticos en la construcción de los grandes acuerdos y consensos. Y pensábamos que en una elección tan competida era muy importante aprovechar este activo de carácter político que se tenía dentro del Instituto para poder arribar a consensos, en torno a un conteo que, precisamente por formar parte de la autoridad electoral, se iba a convertir en una voz oficial.
Segundo, teníamos también la convicción de que contábamos con los elementos más directos de carácter técnico para poder tener el control del propio ejercicio del conteo rápido y que estos elementos técnicos no iban solamente en función del enlace directo que teníamos con la información de las propias actas y de la posibilidad de tener a un comité de científicos que estuviera trabajando en ello. Estábamos convencidos de que podíamos hacer la inversión necesaria, desde el punto de vista administrativo y financiero para poder contar con los resultados de manera oportuna.
Estas tres razones fueron las que nos llevaron a tomar la decisión de efectuar el conteo rápido de la elección presidencial desde el Instituto Federal Electoral.
El siguiente paso fue acordar, con un grupo de muy reconocidos científicos, el procedimiento de construcción técnica del conteo rápido. No abundaré en ello; ustedes ya han visto el tipo de combinaciones que se han realizado, tanto desde el punto de vista de la muestra como desde el punto de vista de los métodos, pero sí me detendré en un último asunto.
El asunto es que toda la mecánica que va desde la selección de la muestra hasta la propia difusión de los resultados electorales, con todo y la hora, fue acordada en un conjunto de reglas que aprobó el Consejo General del IFE el día 22 de junio de 2006, evidentemente con la anuencia de todos los partidos políticos.
Este es un paso muy importante, porque en muy pocos países se puede construir una regla de juego con tal certeza jurídica, que nos lleva a la conclusión de que este conteo rápido, lejos de ser simplemente un ejercicio espontáneo, fue todo un protocolo fijado en normas específicas aprobadas por el Consejo General.
¿Y cuáles eran los contenidos básicos de esas reglas de juego? Porque eso es muy importante también establecerlo y dejarlo testimoniado.
En primer lugar, la especificación técnica de la muestra y de los métodos. En segundo lugar, el protocolo que se seguiría para que el Comité trabajara y comunicara el resultado a la persona responsable de transmitir los resultados al público, es decir, al Consejero Presidente.
Y en ese protocolo se establecieron escenarios posibles para la difusión de los resultados electorales en función de distintas variables. Primero, si la muestra llegaba en un tamaño razonable; segundo, si esa muestra era representativa; tercero, si había o no cruces entre los resultados y, cuarto, si después de tener una muestra razonable la diferencia no era mayor al 0.6 por ciento entre el primero y el segundo lugar.
Todos estos elementos quedaron plasmados en reglas y en escenarios específicos acordados. Entre los escenarios se plantearon 4 fundamentales:
Primero, si todas estas condiciones se cumplían se podía dar al ganador.
Segundo, si no se cumplía alguna de las condiciones en relación con el no cruce y con una distancia no mayor al 0.6 por ciento, no se daba el resultado electoral (esa era una regla que ya había sido fijada desde 10 días antes de la jornada electoral).
Y había otros dos escenarios que no se materializaron: uno, relacionado con el hecho de que fuera posible contar con información de la muestra dos horas después de las 11 de la noche y un cuarto escenario en donde no se habrían dado las condiciones materiales para tener la muestra y por lo tanto no se podía declarar al ganador.
En este sentido, todos fuimos testigos de que el escenario segundo fue el materializado y en función de eso existía un protocolo y un texto específico -aprobado en Consejo General-, para que el Consejero Presidente lo pronunciara de manera literal a las 11 de la noche del 2 de julio.
Y esa fue la razón por la cual no se dio a conocer el resultado de la elección, porque ya estaba pactado que si se daban condiciones, en este caso, de cruce y de distancia menor al 0.6 por ciento entre el primero y el segundo lugar, los resultados no se darían.
Evidentemente, la probabilidad de que esto sucediera no era precisamente alta y en ese sentido la apuesta era que el primer escenario se materializara.
Pero al no ser así, existieron las previsiones, desde el punto de vista jurídico, para poder tener la certeza de que frente a situaciones complicadas desde el punto de vista estadístico, no se diera, por un sentido conservador, el resultado electoral.
Y este testimonio es muy importante porque evidentemente ha existido el debate respecto de si era conveniente o no dar el resultado, en primer lugar. Y, en segundo lugar, si se tenía la capacidad de decidir el propio día de la jornada electoral qué hacer con la información recibida y en función de eso, cambiar las decisiones previamente tomadas.
Lo que podemos decir es que, de acuerdo con la certeza con la que se trabajó el tipo de acuerdo de los conteos rápidos, se cumplió efectivamente con la condición de no dar a conocer los resultados electorales, porque ese escenario ya estaba previamente pactado.
En conclusión, coincido con Alberto Alonso y Coria en el sentido de que hay dos aspectos a reflexionar para elecciones futuras. Primero, si es conveniente que el Instituto Federal Electoral asuma la responsabilidad de dar a conocer las tendencias electorales -y no sólo porque actualmente eso está previsto por ley-, sino de hacer por sí mismo el ejercicio tal y como se realizó.
Y segundo, qué tipo de reglas de juego son las que deben permear, al momento de dar a conocer un resultado electoral. Evidentemente, nosotros -como hipótesis y como un planteamiento preliminar-, tenemos la convicción de que lo que se realizó en el Instituto Federal Electoral, junto con los partidos políticos, fue lo correcto para el tipo de escenario que se estaba viviendo, porque teníamos el ejercicio del conteo rápido, pero no contábamos con todos los resultados, y frente a lo cerrado de la elección, la actitud responsable era no dar a conocer un ganador, si no se tenía esa certeza estadística. Ese sería mi comentario.